Identifica y gestiona los impactos ESG de tu organización y comunícalos al mercado

La debida diligencia en sostenibilidad es un proceso que llevan a cabo las empresas para identificar, prevenir, reducir, mitigar y reparar los efectos adversos que sus operaciones, productos o servicios pueden tener sobre los derechos humanos y el medio ambiente.

Se refiere a cualquier efecto perjudicial que las actividades de una empresa, sus subsidiarias o sus socios comerciales puedan tener sobre los derechos humanos (condiciones de explotación o violaciones de derechos laborales y/o fundamentales) o el medio ambiente (contaminación del aire, agua o suelo, destrucción de ecosistemas o contribución al cambio climático).

Es esencial porque permite a las organizaciones asegurar que sus operaciones sean éticas y sostenibles y estén alineadas con los estándares y regulaciones internacionales, promoviendo la sostenibilidad a largo plazo y fortaleciendo la confianza de los inversores, clientes y otras partes interesadas.

La Directiva de Debida Diligencia Corporativa en materia de Sostenibilidad (CSDDD o CS3D) de la Unión Europea, establece obligaciones legales para que las empresas identifiquen, prevengan, reduzcan, mitiguen y reparen los efectos adversos de sus actividades, las de sus filiales y las de sus socios comerciales en los derechos humanos y el medio ambiente. La CSDDD busca promover una conducta empresarial responsable y fortalecer la rendición de cuentas corporativa para mejorar la transparencia y la coherencia en la implementación de estas prácticas en toda la Unión Europea.

Empresas de la UE:

• - 2027: empresas con más de 5.000 empleados y 1.500M de Euros de facturación.
• - 2028: empresas con más de 3.000 empleados y 900M de Euros de facturación.
• - 2029: empresas con más de 1.000 empleados y 450M de Euros de facturación.

Empresas no-UE con actividad en la UE:

• - 2027: empresas con 1.5000M de Euros de facturación en territorio de la UE.
• - 2028: empresas con 900M de Euros de facturación en territorio de la UE.
• - 2029: empresas con 450M de Euros de facturación en territorio de la UE.

El nexo entre la CSDDD y la CSRD radica en su enfoque complementario para promover la sostenibilidad corporativa en la Unión Europea. La CSDDD impone a las empresas la obligación de implementar planes de acción y mitigación de los efectos adversos que sus actividades puedan tener sobre los derechos humanos y el medio ambiente. En paralelo, la CSRD exige que las empresas informen públicamente sobre cómo cumplen con estas obligaciones de sostenibilidad, incluyendo las medidas adoptadas bajo la CSDDD. Así, mientras la CSDDD se centra en la acción concreta, la CSRD asegura la transparencia y la rendición de cuentas en la aplicación de dichas acciones.

Las operaciones directas se refieren a las actividades que una empresa realiza bajo su control directo, es decir, aquellas que la empresa gestiona internamente sin intermediarios (ej: todas las acciones que se llevan a cabo en sus instalaciones, con sus empleados o mediante el uso de sus propios recursos). Las operaciones indirectas son aquellas actividades que no son controladas directamente por la empresa, pero que están relacionadas con la producción, distribución, y uso de sus productos o servicios. (ej: las actividades upstream con proveedores o contratistas y actividades downstream con distribuidores o usuarios finales.

Los países que se incluyen en el servicio son aquellos que escoja la empresa, en función del servicio escogido (Esencial, Avanzado, Pro) en los que tengan operaciones directas o indirectas.

Para divulgar de manera efectiva de acuerdo a la CSRD los efectos adversos en materia de derechos humanos y medio ambiente detectado durante el procedimiento de debida diligencia, se identificará aquel ESRS (European Sustainability Reporting Standards) asociado a cada efecto adverso (ej: ESRS E1: Cambio Climático, ESRS S1: Empleados Propios…).

Nuestro equipo experto revisará de forma individualizada las medidas y controles que se hayan incluido para cada efecto adverso y, en base a una serie de criterios basados en estándares de reconocimiento internacional (ej: periodicidad del control, grado de automatización, etc.) determinará el nivel de efectividad de las medidas aplicadas y propondrá acciones de mejora, en caso necesario.

El servicio se aplica siguiendo las directrices establecidas por la Directiva Europea de Debida Diligencia en Materia de Sostenibilidad (CSDDD, 2022) y la Guía de Diligencia Debida de la OCDE para la Conducta empresarial Responsable (OCDE, 2018) alineado con la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD).

Nos basamos en marcos voluntarios de referencia, legislación e índices sectoriales como Los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos (ONU, 2011), Líneas directrices de la OCDE para Empresas multinacionales (OCDE, 2011), Las normas de Desempeño sobre Sostenibilidad Ambiental y Social (IFC), El Informe sobre riesgos ambientales y sociales sectoriales (UNEPFI y BCE), Sustainability Accounting Standards Board (SASB).

Si. Como exigencia de la CSRD, las empresas deben de realizar un análisis de doble materialidad, del cual se extraerán los Impactos, Riesgos y Oportunidades (IROs) que son más relevantes para la empresa. Los impactos prioritarios obtenidos de la matriz de doble materialidad deben de estar incluidos en el análisis realizado para la CSDDD.

El servicio se paga en el momento de la contratación. El importe dependerá de la modalidad del servicio. Nuestro equipo de administración le enviará el contrato para su firma y abono, en el transcurso de los siguiente 5 días.

Sí, en el transcurso del Servicio Esencial, se puede realizar la mejora del servicio. Nuestro equipo evaluará el cambio y las nuevas condiciones a aplicar.